Dentro de estas familias se encuentran familias caficultoras cristianas que se mantienen del sector, si bien, las empresas que tienen la capacidad de inversión para generar grandes marcas son muy beneficiadas por este producto, las familias productoras suelen sufrir económicamente al verse en la necesidad de vender su cosecha con una ganancia muy baja.
Café Pablo es nuestra forma de beneficiar a las familias caficultoras cristianas de nuestro Estado por medio
de la compra de su grano a un precio justo y aportando una parte de la venta demuestras bolsas al apoyo
del mejoramiento de sus fincas.